Son aquellos mediante los cuales, a partir de un mecanismo físico, impida

la unión del óvulo y el espermatozoide. Éstos son los más útiles además para impedir el contagio de enfermedades de transmisión sexual como el SIDA.

Preservativo o condón masculino: 

Es una funda de látex que cubre el pene erecto e impide que el semen entre en la vagina. Se consigue facilmente, es económico y es fácil de utilizar. Además protege de enfermedades como el VIH. Es el anticonceptivo más usado hoy por hoy.

Preservativo femenino: 

Es una funda de plástico que impide que el semen se introduzca en el cuello uterino. Se coloca dentro de la vagina cubriendo el cuello uterino. Al igual que el preservativo masculino, protege de enfermedades de transmisión sexual, y muchas de éstas que solo se dan en mujeres, como la vaginitis o gonorrea, incluso puede proteger del famoso virus del Papiloma Humano. También es fácil de utilizar, pero es más complicado de colocar, y resulta algo más incómodo que el masculino.

Diafragma: 

Es un aro metálico flexible con una membrana de látex, que se coloca en la vagina, y por tanto, impide el paso de espermátozoides a ésta. Debe de ser revisado por un ginecólogo, ya que cada mujer varía, y además es algo incómodo y poco efectivo, por eso se complementa con espermicida. Tampoco protege de enfermedades de transmisión sexual, por lo que es un método poco utilizado.